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Quiero empezar este correo agradeciendo enormemente que gracias al apoyo.
Vuestros votos nos hayan concedido el premio de la audiencia de iVoox en la categoría de empresa y tecnología 🙂
GRACIAS, gracias y gracias.

Quiero aprovechar este correo para comentaros algunas reflexiones sobre esto.
Muchas veces nos dicen que el 90% de las startUps fracasan,
que el 90% que oposita no lo logra,
que el 90% que quiere llegar a ser profesor titular no lo logra…

Taleb nos habla del sesgo de supervivencia y la suerte juegan un rol principal. 
Nosotros le compramos su discurso. Sesgo de autoridad de por medio.
No negando la influencia de la ALEATORIEDAD en los resultados,
quiero hacer el siguiente llamamiento (reflexión personal, posiblemente aún más sesgada).
Lo hago porque creo que te puede ayudar a prosperar.

Veamos,

La estadística relevante no es cuántas startUps fracasan,
la estadística relevante es cuántos humanos realmente implicados en el proceso,
con un mínimo de capacidad intelectual y resiliencia, no logran un resultado mínimamente aceptable.

No conozco a casi ninguna persona que realmente vaya a tope con su propósito,
si este es razonable de acuerdo a sus capacidades y condiciones el entorno,
que no lo haya logrado algo razonable después de mucho insistir.

Os cuento mi caso,
ante de iniciar Píldoras había intentado otros tres «emprendimientos».
Ninguno acabó de funcionar del todo, pero no me rendí.
Con cada uno de ellos aprendí, mejoré y refiné.
Cuando inicié Píldoras estaba intentando llegar a ser profesor titular.
La competencia era atroz. 
Fuí a muerte con ambas campañas.
Después de mucho insistir, más de 13 años aguantando, lo conseguí.

Aleatoriedad, sí. 
Lucha, también.
La libertad no se regala.
Hay que apretar los dientes, e ir a por ella.
Con nobleza y lidiando con el miedo.
Una vida presente tremendamente cómoda, posiblemente a largo plazo deriva en una vida incómoda.

La estadística es importante a la hora de tomar decisiones.
La probabilidad de grupo también.
Las condiciones frontera también.
Pero, la estadística —a veces, mal entendida— nos hacen tomar malas decisiones.
Por ello, ¡cada vez estoy más obsesionado con las herramientas que permiten resolver problemas complejos!

Tirando de teoría de juegos,
es muy diferente el resultado,
(y el equilibrio de Nash)
entre jugar un juego cooperativo una vez, o poderlo jugar sucesivas veces.
En la vida ocurre algo similar.

Pongamos un ejemplo actual.
La guerra de Ucrania – Rusia.
En vaya lío me estoy metiendo… 
Podríamos pensar (yo también lo pensaba),
que lo más inteligente, en las condiciones actuales, sería llegar al siguiente equilibrio:
Ucrania recupera un poco más del territorio ocupado y Rusia se queda con parte de lo conquistado.
Ambos firman la paz.
Pero…
Recordemos, es un juego que se puede jugar muchas veces. En años sucesivos.
¿Con qué mensaje se queda Rusia?:
Actuar con agresividad tiene recompensa.
¿Por qué no dentro de unos años volver a preparar otra ofensiva hostil? 
Como vemos, podría ser un equilibrio de Nash no muy sólido en el tiempo.
Por razones parecidas, 
es más estable el equilibrio de Nash en el que todos los partidos políticos son populistas.


Otra reflexión que quería compartir con usted,
(si me lo permites).
Otro elemento importante en el día a día es: la mentalidad.
Me explico.
Trata de identificar cuando estás razonando bajo un «patrón de escasez».
Razonar bajo estos patrones habitualmente atrae «más escasez».
Siddharta decía: 
lo único que sé es: pensar, ayunar y esperar.
No tenía nada… pero no entraba en patrón de escasez. Todo lo contrario.
Su abundancia le permitía precisamente eso: esperar, ayunar, pensar…
La escasez nos pone en modo supervivencia.
Nos hace tomar decisiones con la parte límbica del cerebro.
Con frecuencia decisiones de mala calidad.
Decisiones ligadas al corto plazo.
¿Cómo yo lo veo?
Trata de vivir la vida desde un patrón de abundancia.
La abundancia atrae abundancia.
La abundancia atrae personas abundantes.
¿Cómo entro en un patrón de abundancia?
HACIENDO y generando experiencias.
Estas acaban generando pequeñas victorias constantes.
Refuerzan lo que se conoce como «el efecto ganador».
Cuánto más ganas, cuánto más veces, más te lo crees.
Más abundante te sientes.
Tu identidad es el de una persona abundante.

Voy a tratar de poner un ejemplo sobre esto.
Si estás razonando bajo un patrón de escasez harías lo siguiente:
contratar personas, sin un cuidadoso criterio de selección, y pagarles lo mínimo posible…
no vaya a ser que no funcionen bien y luego les tenga que seguir pagando.
Si hay que despedirles, mejor rápido y a bajo coste, ¿no?
Pero… ¿qué mensaje le damos al resto de trabajadores?
Probablemente, estamos transmitiendo un mensaje de mediocridad y, sobretodo,
de falta de protección. 
Nadie quiere estar en un sitio que no se sienta seguro y protegido.
Recuerda, lo primero que intenta tu cerebro es sobrevivir.
En cambio, bajo un prisma de abundancia, se podría hacer lo siguiente:
ser muy cuidadoso en el proceso de selección atrayendo el mejor talento,
(para eso es necesario saber comunicar bien el valor que aportas).
Al  talento pagarle como se merece, y darle un alto grado de autonomía.
Se sentirá realizado e implicado.
La toma de decisión estará más descentralizada,
el flujo de comunicación infernal será más bajo.
Se harán menos despidos. La gente se sentirá más protegida.
Bajo este mismo patrón, se fijarían claramente los incentivos y las métricas a considerar:
la creación de valor real.

Con esto me despido.
Ten un fabuloso fin de semana.

Fernando
Píldoras del Conocimiento


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