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Querido lector/oyente/amigo,

¡Estamos de vuelta! Vamos a comenzar con una serie de correos que te van a apasionar: hablaremos de la inteligencia, de cómo entenderla bajo el prisma de los Sistemas Complejos. Lo vamos a relacionar con conceptos de inversión y te vamos a dar algunas claves prácticas para desarrollar tus propias ventajas competitivas gracias a tu «inteligencia potenciada».


1. «Caos controlado»

Como ya bien sabes, el cerebro es un sistema complejo formado por las neuronas y sus interconexiones conformando redes dinámicas no lineales. Esto es, la cognición no sigue una trayectoria lineal predecible, sino que la inteligencia emerge de la interacción no lineal entre diversas regiones cerebrales y procesos cognitivos.


2. «La inteligencia desde la sencillez»

Pero entonces ¿debemos definir la inteligencia, a partir de la «estructura física» o a partir de sus «comportamientos emergentes»? Aunque existe debate dentro de la comunidad científica, parece que cobra más peso esta segunda opción.


3. «Relación con la inversión»

La empresa ASML es un claro ejemplo de empresa «valiosa», fabrica las máquinas necesarias para fabricar a su vez otros dispositivos valiosos (circuitos integrados y otros dispositivos semiconductores). Es decir, fabrica una herramienta que simplifica problemas complicados. Se basa en un modelo de negocio «sencillo» de entender y sin embargo tiene —hasta la fecha— una enorme ventaja competitiva (moat).


4. «La inteligencia desde la complejidad»

Pero, ¿qué papel juega entonces la complejidad? Contar con estructura neuronal compleja permite una mayor resiliencia y adaptabilidad frente a cambios en el entorno.

Te dejo un pequeño ejercicio: Reflexiona sobre en cuáles eres mejor de forma natural, ¿mejor estratega? ¿mejor conectando puntos? ó, ¿mejor estructurando la información ya disponible y convirtiéndola en conocimiento?


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