¿Qué fue lo que te enamoró de ella?
¿Que bailaba bachata contigo y notabas la energía?
¿O que escuchaba tus ideas más locas como si fueran posibles?
Todo muy bonito…
Hasta que un día te das cuenta de que algo se ha roto.
Y ni siquiera sabes cuándo pasó.
Pero el cuerpo sí.
Tensión en la mandíbula.
Miradas que esquivan.
Silencios que ya no son paz, sino distancia.
Las señales que tu cuerpo detecta antes que tu mente
Un psicólogo de la Universidad de Washington estudió miles de parejas durante décadas… y podía predecir el divorcio con un 90% de precisión.
No se fijaba en las grandes peleas.
Se fijaba en los pequeños gestos.
En la tensión acumulada que el cuerpo manifestaba antes que la palabra.
Cuando dejas de amar tu proyecto
Con tu trabajo o tu proyecto, a veces pasa lo mismo.
Ya no lo amas, pero lo justificas:
“Es que al menos tengo ingresos”.
“Es que no es tan malo”.
Si tienes que justificar tanto… es porque ya no hay una razón real.
Dejar de fingir y actuar con estrategia
No se trata de lanzarte sin red.
Pero sí de dejar de fingir.
La clave no es aferrarte a algo muerto.
La clave es replantearlo con estrategia.
Darte el tiempo de preguntarte si esto sigue alineado con lo que quieres.
Y tener la valentía de rediseñarlo… o de cerrar la puerta.
Porque tu cuerpo ya lo sabe.
Y cuanto más tardes en escucharlo, más alto será el coste.
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